15 jun 2012

Peregrinacion a la Basilica de la Virgen de Guadalupe


En México, la gran mayoría de sus habitantes son fieles devotos de la Virgen de Guadalupe, patrona de la ciudad de México. Su santuario se encuentra a orillas del Cerro Tepeyac, y es uno de las más visitados del mundo, después de la Basílica de San Pedro.
Es tal su importancia, la devoción de sus fieles, y la belleza del lugar en donde se encuentra, que son muchas las peregrinaciones y visitas que recibe en todo las épocas del año, de miles de turistas que acuden al lugar, desde diferentes partes del mundo.  Ésta es una de las fiestas religiosas más importantes del país.


El 12 de diciembre se conmemora la fiesta de la Virgen de Guadalupe, y desde la noche, los fieles llegan a las iglesias para celebrar una fiesta, que ya es conocida a nivel mundial como las mañanitas a la Guadalupana o serenata a la Virgen. Lo sorprendente es que ese día, no sólo en México se realiza una celebración, sino que los devotos de la Virgen también llenan las iglesias en los otros puntos cardinales del país, dando lugar a un verdadero ejemplo de fe.
Ese día el Santuario de México tiene una convocatoria de 5 millones de fieles. En la procesión al santuario, si bien hay un clima de respeto, también se vive un ambiente de fiesta, de alegría y entrega, que es acompañado por las danzas de los matlachines, que son quiénes encabezan el camino hasta el arribo a la Basílica.
Millones de fieles, discapacitados, ancianos, jóvenes, niños, embarazadas y familias enteras se suman a la procesión, convirtiéndola en una de las más grandes tradiciones religiosas de México. Velas, fotografías, la imagen de la Virgen acompañan este camino de fe y devoción.
Esta celebración religiosa tiene una gran cobertura mediática por la enorme convocatoria que recibe.

Cómo inició todo: La historia de esta ferviente devoción se remonta al mes de diciembre del año 1531 cuando Juan Diego se encontraba caminando por el cerro. Se le apareció un resplandor y luego una mujer morena que le pidió que fuera a encontrarse con  el Obispo, Fray Juan de Zumárraga, y dijera que se construyera un Templo en su nombre en el cerro del Tepeyac. Juan Diego lo hico, pero el Obispo hizo caso omiso. Pero para concederle el beneficio de la duda a Juan Diego le pidió una prueba.
Al indio se le apareció de nuevo esta hermosa mujer y le dijo que regresara la día siguiente, pero este no pudo porque su tío está gravemente enfermo, al borde la muerte.
Juan Diego buscó un sacerdote para que acompañara a su tío en los últimos momentos de vida, y en el camino se le apareció la Virgen, que le dijo que no tuviera miedo y que fuera al cerro a cortar unas flores. Esto le resultó extraño, porque dada la época del año, era casi imposible que las encuentre. No obstante le hizo caso, y las encontró.
Decidió llevarlas al Obispo y le hizo un relato de lo sucedido. Al buscar las flores para Mostar la evidencia, ellas ya no estaban, y en su lugar se encontraba grabada la cara de la Señora morena en su manto.
Sin dudarlo, el Obispo mandó a construir el tan pedido templo, y es así como se da inicio a la historia que continúa hasta nuestros días.

Todo aquel que se encuentra en México durante esa época, no puede perderse esta muestra de fe inquebrantable y de profundo amor a la Patrona de México.

Fatima Seppi.

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