Los atractivos que la capital mexicana presenta, en todas las fechas del calendario, exceden por completo lo imaginable. Pero sin dudas los días de Semana Santa constituyen una razón extra para conocer las los secretos que esta misteriosa ciudad presenta a conocidos y extraños. Su exquisita y auténtica gastronomía, sus variedades arquitectónicas, sus mitos y leyendas, se combinan con celebraciones típicas de esta región del continente americano, y convierten un simple viaje, en un sueño cumplido. Los mejores hoteles en Ciudad de Mexico, esperan para hacer de tu visita una experiencia inolvidable.
No puedes dejar pasar la oportunidad de llenar tu cámara fotográfica con instantáneas del Centro Histórico de Distrito Federal, Patrimonio cultural de la Humanidad. En este lugar, donde la historia de los últimos 700 años se hacen presente través de sus edificios, plazas y monumentos, conocerás construcciones de inigualable hermosura, entre las cuales se encuentran la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, la Plaza de la Constitución (o El Zócalo) y el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, entre otros. En esta metrópolis descansan también los muros del Templo Mayor, corazón de la antigua Tenochtitlán, la mítica ciudad fundada por los Aztecas en 1325.
Pero si de tradiciones se trata, no puedes dejar pasar la posibilidad de vivir una de las fiestas populares más representativas del pueblo de México: el Vía Crucis en Iztapalapa. Nativos de esta delegación, ubicada al oriente del DF, dejan de lado sus rutinas para ofrecer a los más de 2 millones espectadores, representaciones de la Pasión de Cristo. Desde 1842, esta celebración de fé, que atrae a curiosos y amantes de las expresiones más genuina de los pueblos, tiene en sus principales calles una postal que no puedes perderte ¡Vive la máxima manifestación de cultura, fe y tradición durante Semana Santa!
Tómate tu tiempo y descubre Coyoacán, uno de los barrios más bohemios y hermosos de la ciudad, lugar que los famosos artistas plásticos Frida Kahlo y Diego Rivera, conocidos en el mundo entero por la belleza de sus obras, eligieron para pasar sus vidas. En estas calles encontrarán algunos de los más prestigiosos y renombrados museos de México ¡Imposible no visitarlos!
¡Y qué mejor momento, para conocer algunas de las iglesias más antiguas del continente americano, que los días que Semana Santa ofrece! Los estilos barrocos, neoclásicos, góticos y platerescos marcan estilos en estas verdaderas reliquias arquitectónicas. La Capilla de la Concepción, la Iglesia de San Lorenzo, la iglesia de Santa Veracruz y la de San Bernardo, son algunos de los templos de los siglos XVI y XVII que reposan en esta ciudad baluarte de la historia americana. Pero por sobretodo, no dejes de visitar la Basilica de Guadalupe, lugar de fe y contemplación, tan emblemática como imponente, cuya belleza es admirada anualmente por millones de turistas.
Disfruta Semana Santa en el mejor de los destinos. Ya lo sabes. Planifica tus días y aventúrate en un viaje de descubrimientos, placeres, conocimientos y encantos. Distrito Federal te espera con sus mejores propuestas para pasar unos días inolvidables.
Santiago Bonacci
Imagen: Flickr
Autor: P Donovan
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13 ene 2014
21 ene 2013
Historia de Valle de Bravo
En el corazón del territorio mexicano se encuentra salpicado
por cientos de pequeñas ciudades y pueblos que conservan en su interior
importantes tesoros históricos y fantásticas anécdotas de la historia del país
y la hermosa cultura de su pueblo. En el Estado de México, a una distancia de
150 kilómetros de Distrito Federal, se encuentra Valle de Bravo; un maravilloso destino en donde los paisajes se
abren imponentes y el turismo aventura se complementa con el hospitalario
espíritu colonial que se conserva en la ciudad.
Las mayores curiosidades giran en torno a la represa que se
construyó artificialmente en el año 1955, hoy es un espejo de agua que llama a
los amantes de los deportes náuticos como la pesca, la navegación en lanchas y
el esquí acuático; y que alberga unos 40 clubes náuticos. Pero antes de la
existencia de este oasis, los primeros habitantes de la región habitaban las
profundidades del valle, por lo que la arquitectura de los primeros años quedo
sumergida o dándole la espalda al paisaje acuático.
Pero si retrocedemos en el tiempo, encontraremos otros
tantos momentos importantes en la Historia
de Valle de Bravo. Durante la época de la Revolucion Mexicana, esta fue una
zona de gran importancia y actividad, dado principalmente por su ubicación
estratégica respecto el Distrito Federal y otras zonas cercanas. En verdad
fueron mayores las pérdidas que dejaron los enfrentamientos entre zapatistas y
carrancistas a principios del siglo XX que la influencia positiva, de este
periodo se cuenta el incendio del Palacio Municipal con la memoria histórica
con información relevante que existía desde la fundación de la ciudad en el año
1523 de la mano de los monjes franciscanos; otro episodio revolucionario dejo
como saldo la destrucción del Puente Tingambato, que resultaba ser un paso
obligado para la actividad comercial. Durante su visita a este hermoso destino
podrá informarse más y conocer en profundidad el desenlace de los tres
episodios más representativos de la historia de Valle Bravo.
Y si retrocedemos aún más en el tiempo, llegaremos a las
primeras civilizaciones que vivieron aquí, antes de la colonización española.
La herencia de los pueblos Otomíes, Mazahua y Matlatzincas aún se mantiene viva
y se refleja en las artesanías de cerámica características de Valle Bravo, también son reconocidas
las piezas labradas en piedras preciosas y la orfebrería en oro y plata; mientras
que las artesanías textiles se convierten en una explosión de colores y formas
que combinan hermosos tejidos con plumajes y otros apliques, logrando piezas de
una belleza invaluable. Estos tres
pueblos fueron conquistados por la civilización Azteca en el auge de su imperio
en las proximidades del año 1478, poco tiempo antes del asentamiento de los
españoles en la región. Del periodo azteca se conservan los vestigios de
fantásticas fortificaciones en una región conocida como La Peña.
Pasado y presente se conjugan en Valle Bravo para
convertirlo en un sitio de visita obligada. Su ubicación en las inmediaciones
de Distrito Federal y la entretenida vida deportiva se complementan con esta
visita histórica hacia los misterios de México.
Elisa.
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