En Tequisquiapan el Bar El Casino ofrece una alternativa ideal para divertirse y pasar un momento
de los más agradable. Dentro de la extensa vida nocturna que tiene este Pueblo Mágico, este bar
invita a divertirse con diferentes alternativas como música en vivo, karaoke y la posibilidad de
disfrutar de una gran terraza desde la cual podrás disfrutar de un exquisito trago al aire libre.
El Bar El Casino está ubicado en un excelente espacio de San Juan del Río. Todas las noches podrás
divertirte allí sin embargo durante días festivos como en navidad, el día de los muertos, el día de
los enamorados o el día en honor a la amistad, se realizan divertidos eventos para disfrutar aún
más.
Si existe un bar que represente a la perfección el estilo mexicano, este lo es. Todo aquello que el
común de las personas imagina visualmente cuando escucha hablar de México, está allí. Paredes
de colores vibrantes, elementos decorativos típicos de la cultura mexicana, obras de arte, muebles
rústicos son parte del diseño del interior del lugar para invitar a los visitantes a formar parte de
“lo que es ser mexicano”. Allí, la personalidad e impronta típica del país se hace presente con
orgullo en cada detalle y así logra transmitir la esencia del lugar y del resto del país.
En este sitio se puede elegir sentarse en el interior o en el exterior, según la preferencia del
visitante. También se pueden hacer reservas si es que así lo desea y lo deja más tranquilo. Los
horarios de martes a jueves son de 14 a 23 horas; los viernes de 14 a 2 de la mañana; los sábados
de 14 a 3 de la mañana y, por último, los domingos de 11 a 16 horas.
En Bar El Casino, quedará representado el estilo de vida no solo mexicano sino también el de
Queretaro.
Así, pues quien esté vacacionando en Tequisquiapan podrá gozar de la vida nocturna luego de un
largo día de recorridos intensos.
Tequisquiapan
Este pueblo mexicano está ubicado en el estado de Querétaro, a muy pocos kilómetros de Ciudad
de México. Tal es así, que es considerado un poblado “de fin de semana” puesto que tanto los
habitantes del Distrito Federal como del resto del Altiplano Central, lo utilizan como sitio de
descanso luego de una semana de trabajo agotador. Allí se relajan, se contagian del ambiente
tranquilo y renuevan las energías para una nueva semana.
La paz que se vive en Tequisquiapan se debe principalmente a que es un poblado en el que se
respira historia y cultura ancestral en cada rincón. Caminar por las calles adoquinadas, fotografiar
las ventanas enrejadas con hierro forjado, deleitarte con coloridas enredaderas, es un privilegio
que seguramente te llenará de gozo y logrará relajarte.
Declarado “Pueblo Mágico de México” durante el año 2012, este municipio conserva aún hoy
su imagen virreinal con calles muy angostas, floridas plazas, caminos de adoquines, fachadas
pintorescas, rejas de estilo colonial, etc.
Otra de las características de este poblado que lo hace atractivo para los turistas de la región, es
la presencia de aguas termales. Disfrutar de los balnearios y de un buen chapuzón en aguas tan
beneficiosas para la salud, no tendrá precio.
Las excursiones más recomendadas en el lugar son muchas. No podrás dejar de visitar los
balnearios, las tiendas artesanales en las que se exponen los esmerados trabajos de los lugareños,
la Parroquia de Santa María de la Asunción con su preciosa fachada de cantera rosa, la Plaza Cívica
rodeada de bellísimos portales, el jardincito adornado con una fuente y un kiosco construido
en el siglo XIX, el Museo de la Constitución, el llamativo Parque Recreativo La Pila, ubicado en
el que fuera un antiguo molino en donde todavía se conserva la pila que almacenaba el agua
para su correcto funcionamiento y que data de 1567, etc. Luego de un extenso día en el que los
recorridos fueron largos y múltiples, merecerás relajarte y gozar de un excelente clima en un sitio
que ofrezca los mejores tragos y bebidas. En el Bar El Casino, en Tequisquiapan, México, no solo
podrás relajarte sino que podrás sentirte parte de la cultura mexicana, disfrutando de un lugar
que conforma una especie de “extensión” hacia adentro de lo que hay allí afuera, en las calles
virreinales de Tequisquiapan.
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